1. Te quiero tío/a, en serio. La exaltación de la amistad en una buena borrachera no puede faltar y si ves que falta es que aún te quedan copas por beber. Si no te emborrachas corres el riesgo de que tus amigos no sepan cuanto los quieres y eso no puede ser.
2. Pufff ya verás mañana. Siempre habrá un momento de la noche en el que pienses en cómo será la mañana siguiente pero el pensamiento se irá tan rápido como llegó a tu cabeza, pegarás otro trago de la copa y a seguir con la fiesta que para eso has salido.
3. La que llevo. Ser consciente de tu propia borrachera es importante, hacérselo saber a tus amigos no tanto porque probablemente ya se hayan dado cuenta y/o irán peor que tú.
4. Es una zorra. Tanto entre chicas para criticar a otra que no está, como entre chicos para hablar de exnovias. Depende del grado de alcohol en sangre esto suele terminar con lloros o una llamada que nunca debería haberse realizado y de la que habrá un futuro arrepentimiento.
5. No vuelvo a salir. La mejor frase de todas. La gran mentira de cada fin de semana.
6. Termino la copa y nos vamos. A otro bar, claro. Hasta que salga el puto sol.
7. QUÉ TEMAZOOO. Borracho da lo mismo la canción que suene porque siempre va a ser un temazo. Y por ello hay que cantarla a grito pelao y acompañado de un baile cuanto más ridículo mejor.
8. Perdona, puedes hacernos una foto. O en su defecto y más de nuestros días: Venga selfieeeeee. Esas fotos lamentables que aparecen en tu móvil la mañana siguiente no se han hecho solas.
9. Que voy bien, que yo no estoy borracho. Sueles decir esto justo después de que tus amigos te recojan del suelo. Pero vamos que estas bien, eh.
10. VAMOS A PEDIR CHUPITOS. Lo que faltaba para rematar la noche. La mañana siguiente te acordarás de esa "gran" idea.