1. Sal con una chica que viaja. Prefiere ahorrar para hacer grandes (y pequeños) viajes fuera de su ciudad o salir de excursión a comprar los zapatos que están a la última o ropa nueva. Puede que no sea la chica más fashion que hayas conocido o vayas a conocer pero detrás de esa cara morena de estar todos los días al sol se esconde una mente capaz de llevarte a muchos sitios y un corazón abierto que te elegirá por lo que eres y no por lo que podrías llegar a ser.
2. Sal con una chica que viaja. Siempre la verás con una mochila a la espalda y no con un delicado bolso; ¿dónde iba a llevar, si no, esos cuadernos de viajes, ese libro a medio terminar y esos lápices para apuntar las cosas antes de que se le olviden? En una cartera, ¿cómo iba a llevar ese paquete de galletas extra y esa botella de agua preparadas por si hay un cambio planes y se va a llegar más tarde a casa? Una chica que viaja sabe que cualquier cosa puede suceder y que en cualquier momento puede surgir una nueva aventura, y está preparada. Sabe que los cambios son parte de la vida y por ello (casi) nada la toma por sorpresa.
3. Sal con una chica que viaja. Otro rasgo característico es que siempre se asombra de lo que hay a su alrededor, no importa que sea en su ciudad de origen o en un sitio remoto apartado de la civilización. Ella encuentra una belleza especial en todos los lugares que visita, incluidos aquellos que no están reflejados en las guías de viajes o los puestos de postales cerca de algún monumento turístico. Una chica que viaja aprecia mucho más los detalles y no va a juzgarte o presionarte para que hagas cosas que no quieres hacer. Ella disfruta de lo auténtico y valorará mucho más que seas como eres, sin pretender ser nadie más.
4. Sal con una chica que viaja. Porque cuando estás con ella te darás cuenta de que pese a sus mil y una aventuras, de haber estado en playas, bosques y desiertos que tu esperas poder conocer algún día, aún conserva la humildad característica del verdadero viajero. Esa humildad que significa que ni mucho menos conoce todo lo que podría conocer. Sabe que la vida es corta, por eso quiere conocer todo el mundo antes de irse de él. No necesitas hacer más ni ser más, para ella, lo que eres es suficiente y lo eres todo.
5. Sal con una chica que viaja. Y pregúntale dónde ha estado, que países le han gustado más y cuál es su aventura más increíble. No te olvides de preguntar cuál será su próximo destino, ella apreciará tu interés y, si tienes suerte, puede que incluso te invite a que te unas a ella. Si lo hace, no dudes, acepta. Descubrirás una forma de viajar cómo nunca la habías sentido antes.
6. Sal con una chica que viaja. Son mucho menos materialistas. No necesitarás comprarle regalos caros, prefiere fotos de vuestros viajes para recordar esos momentos especiales, un candado nuevo para su equipaje, una funda para su mochila por si llueve en vuestra próxima escapada, una nueva tarjeta de memoria para su cámara de foto con más capacidad, un libro que hable de lugares que ella aún no conoce o un par de billetes para escaparos juntos.
7. Sal con una chica que viaja. No le importará si os perdéis u os equivocáis de camino. Ella es de las que piensan firmemente que el viaje es mucho más importante que el destino. Te ayudará a ver la vida de otra forma, disfrutando cada momento a tu lado, ni detrás ni delante, ahí, contigo. Te darás cuenta al instante de que sí, que el viaje ha sido mucho mejor que aquel destino al que tu habías planificado llevarla y de lo divertido que es perderte con alguien.
8. Sal con una chica que viaja. Es la persona más trabajadora que llegarás a conocer. Probablemente ella tendrá dos o tres trabajos para permitirse sus aventuras. Cuidará niños, servirá platos en restaurantes o estará durante horas de pie como azafata en algún congreso de su ciudad. Estará las horas que hagan falta para cubrir el presupuesto de su próximo viaje. Sabe que el dinero está para disfrutarlo ahora que somos jóvenes y no para tenerlo parado en la cuenta corriente.
9. Sal con una chica que viaja. Impresionará a tus padres. Está en contacto con personas de distintas partes del mundo, sabe de su historia, de su cultura y de sus comportamientos. Tienen anécdotas e historias que contar, además de estar acostumbrada a relacionarse con extraños y estar abierta a conocer a nuevas personas.
10. Sal con una chica que viaja. Sabe adaptarse mejor que un camaleón a su entorno. Después de muchos vuelos cancelados (y otros tanto perdidos), de rechazos, de dormir en camas incómodas y de comida de dudosa calidad en un puesto de la calle, una chica que viaja es una persona con una capacidad de adaptación increíble. Está preparada para todo lo que le venga, para todos esos baches, literales y metafóricos, que puedan existir en el camino. Si tienes la suerte de encontrarla, no dejes que se vaya. No la pierdas por tus inseguridades y dudas. Si ella dice que te ama, es porque realmente lo hace. Al fin y al cabo, ha visto tantas cosas, ha conocido tantas personas, que si te ha escogido es porque ha visto algo en ti que la llama la atención, algo capaz de hacerla regresar de sus viajes y anclarse en el mundo contigo. Sal con una chica que viaja.
Haz que sepa que sin importar donde vaya, o el tiempo que se haya ido, siempre estarás ahí para ella.