[Colaboración: @misschangoo]
Sólo el vino se vuelve mejor con el tiempo.
Es probable que, si no lo has hecho ya, un día conozcas a alguien muy peculiar, alguien que no tenga demasiados años encima pero que se comporta IGUAL que tu abuelo. Además no es muy difícil reconocerlos porque suelen llamar bastante la atención cumpliendo alguno de (o todos) estos 5 rasgos característicos de un "viejoven". Todo un especimen, vaya.
1. Gruñe por casi todo. Es un jovenzuelo al que le molesta todo, la gente, los perros, el calor, el frío, el ruido, el silencio, como conduce la gente, la vida en general. Cualquier cosa es motivo para gruñir, pero eso sí, es un amor de persona obviando todo lo anterior.
2. Pesetero. Y no porque sea tacaño, que también se puede dar el caso, pero es más bien por su conversión monetaria. En pleno 2014 sigue hablándote del valor de las cosas en pesetas. Algo inquietante porque no llega ni a la treintena de edad y llego incluso a decir aquello de 1€ en chuches cuando era más pequeño.
3. Anticuado. Se escandaliza por las adolescentes y cualquier persona que va ligera de ropa y enseñando de más. No soporta el Twerking ni las faldas muy cortas, como diría Sabina. Generalmente suelta frases como: "estas niñas de hoy en día" o "¡qué aún no es verano!". Da algo de grima que en pleno verano siga llevando jersey de cuello vuelto para mantener el calor corporal. Que no eres Steve Jobs, chaval.
4. Ya no sale a petarlo mucho como antes. El clima es la razón principal de sus males, lo siguiente es que ya su cuerpo no responde como antaño y además debemos sumar más vagancia de la habitual. El verano pasado se le ocurrían mil cosas para hacer pero, ay amigo, ha pasado mucho desde entonces... Ya no es lo que era.
5. Cabeza de viejo y cuerpo de joven podría valernos como definición de viejoven. Lo peor de todo es que no te hará falta mucho esfuerzo para reconocerlos entre todas esas personas que pasan día tras día delante de ti. Serán los que te digan que eres un/a inmaduro/a cuando realmente lo que tu sigues haciendo es ser capaz de divertirte. Tranquilos, es la envidia.
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