Si has visto la serie Californication, recordarás a su personaje principal, Hank Moody y su enorme facilidad para ligar, a veces, casi sin querer.
Si no las visto, acaba de leer este artículo y ponte ya mismo el primer capítulo de la serie. Créenos, no te defraudará. Aunque sí que es cierto que te preguntaras por qué tienes esa vida y no la de Hank Moody. Tranquilo, a nosotros también nos pasa.
1. Sé el macho alfa
No tengas miedo de dar un paso adelante y convertirte en el macho alfa de tu grupo. Hank siempre actúa como el macho alfa cuando aparece una mujer, y siempre le funciona. Nunca dejes que nadie te pise cuando hablamos de la conquista de una mujer.
2. La insistencia siempre da su fruto
Si Hank quería algo lo tenía. Así de simple. Si eres persistente e insistes en algo (alguien en este caso) tarde o temprano acabará cediendo y dándote la oportunidad de volverla loca. Nunca te des por vencido.
3. Vive el día a día
Hacer las mismas cosas es aburrido. Levantarse, trabajar, ir al gimnasio, dormir y así todos los días de la semana. Cambia tus rutinas. Aprovecha cada nueva oportunidad para disfrutar.
4. ¿Lo que piensen los demas? Ni caso
Que no te importe lo que los demás hablen o piensen de ti. Se tú mismo, con tus manías, tus locuras y tus formas de ser. Así es como de verdad conquistaras a quien quieras. Siendo natural.
5. Desarrolla tu vocabulario para que sea ingenioso.
No necesitas ser un auténtico mago de la palabra como Moody, simplemente suéltate en presencia de una chica. No se asustes y habla desde lo más profundo de tu… vocabulario. Ten siempre un arma en él para cualquier situación.
6. Amigos y familia siempre lo primero
Un hombre de verdad protege a su familia y a sus amigos ante todos. Los ayuda cuando tienen problemas y sobre todo, están en el número uno de sus prioridades. Nada es más importante que los tuyos.
7. Sigue adelante pese a los reveses amorosos, que serán muchos
Incluso Hank Moody, un Don Juan en toda regla, se lleva bofetones de alguna de sus fallidas conquistas. No te vengas abajo, cabeza arriba y a por el siguiente revés amoroso. Solo hay una vida como para estar pensando en la chica a la que no le gustas o aquella que ni te mira.