Siempre se ha dicho que la mayoría de la información cuando estamos hablando se envía a través de los gestos y expresiones en vez de en las propias palabras. Pero aquí da igual, hay una serie de frases que independientemente de la situación o contexto te van a hacer temblar. Y mucho.
1. Da igual, déjalo: se traduce por un “como no me preguntes e insistas la ira de Zeus caerá sobre ti”. Así que por tu bien, no lo dejes pasar, algo habrás hecho.
2. Hablamos después: tras metedura de pata, y de las gordas. Ese comentario que sonaba tan ingenioso en tu cabeza para ella no lo era tanto.
3. Nada, no importa: IMPORTA y mucho. Probablemente no tengas tú la culpa, quizás sea una bronca entre amigas pero si te dice esa frase, amigo, te toca preguntar el motivo.
4. Tú sabrás: imprescindible en la lista. LA frase. Hagas lo que hagas estará mal, pero recuerda, lo que tengas en la mente olvídalo, haz todo lo contrario y quizás eso te salve.
5. Como quieras: frase trampa. No la creas. Menos aún si te lo dice afirmando con la que cabeza. Sabes de sobra que no será lo que tú quieras, será lo que ella quiera.
6. Cinco minutos: no hace falta explicar que el concepto temporal de las mujeres es distinto al del resto del Universo. Cuando te hablen de minutos, a la cifra que ella diga añade 40 más (mínimo).
7. Tenemos que hablar: no habrá terminado de decirlo y ya estarás temblando, y lo mejor de todo, la habrás cagado tú y ni lo sabes o habrá sido ella la que ha hecho algo y tiene que contártelo.
8. OK: témelo siempre. Un Ok de un colega es un OK de toda la vida y no hay más. Si viene de una mujer… ¡Peligro! Lo utilizará para terminar una conversación y pasar del tema.