Dichosos trabajos. Aburridos, tediosos, inútiles, interesantes, divertidos... los hay de todos los tipos, pero ponerse a hacerlos cuesta y mucho.
Porque hasta montar y desmontar un bolígrafo parece más apasionante que sentarse delante del ordenador. Estos son los 10 pasos que todo trabajo trae consigo, quieras o no.
1. Proposición: "Para final de curso tenéis que hacer un pequeño trabajo de 785 páginas sobre el temas que queráis". Más de uno tendría que enfocar su trabajo en el Candy Crush o similares.
2. Negación: "Ya lo haré. No es tanto. Tengo tiempo". Son las 3 mentiras que te dices a ti mismo porque está claro que es mucho más entretenido pasar 4 horas revisando Facebook o tomando algo con los amigos que empezar el "apasionante" trabajito. Empiezas bien.
3. Acojone: después de meses retrasando lo inevitable y cuando queda una semana para entregar un trabajo (que, recordamos, tenías planteado desde los tiempo en los que no se había inventado la rueda) te empiezan a entrar los sudores. Ni el Tour de Francia ni nada, ahora es cuando empieza la contrarreloj dura de verdad.
4. Ira: "¿Por qué no habré empezado antes?". La gran pregunta que te harás cada 5 minutos. Y recordarás esas tardes tumbado en la cama mirando al techo en las que se te pasó por la cabeza empezar, pero claro, ¡qué a gusto se estaba tumbado!
5. Planificación: empiezas a calcular el tiempo que tienes y lo que te queda. "Si tengo que entregar las primera 50 hojas mañana a las 10:00, llevo dos y son las 04:30. ¿Será la Virgen de Fátima la que me ayude con el milagro o será la de Guadalupe? ¿Y si primero me veo un capítulo de una serie para coger fuerzas?"
6. Depresión: momento en el que ya llevas medio trabajo hecho pero tu cerebro está colapsado y no es capaz de escribir una frase más y no piensas en nada más que no sea tu cama. Empiezan las dudas de si entregar o no entregar y de pensar las excusas que podrías poner al profesor.
7. Resignación: lo has hecho, pero tienes más cafeína y bebidas energéticas en el cuerpo que los 50.000 corredores de la maratón de Nueva York juntos. Tu despertador va a sonar en 24 minutos, ha sido una noche dura. Te repites una y otra vez que el próximo trabajo lo vas a hacer con tiempo. Mentira, lo sabes.
8. Entrega: llega la mañana siguiente, te levantas como puedes, vas a clase y entregas el maldito trabajo. Pero una cosa esta clara, que no te pidan que estés atento resto de la mañana porque no va a ser posible.
9. Vuelta a casa:
10. Mentirte otra vez: "Esto no me vuelve a pasar. Voy a llevar todo al día".