1. Todo el dinero que tienes lo gastas en ti. Nada de regalos por aniversarios, navidades, etc.
2. Tienes tu propio espacio. La cama, por ejemplo, es toda para ti.
3. Aprovechas el máximo de tiempo en tu carrera, proyectos y planes de futuro.
4. No tienes tantas complicaciones ni te comes tanto la cabeza por tu pareja.
5. Te dedicas más tiempo a ti mismo. Te cuidas más, te alimentas mejor, te arreglas más. En definitiva, eres la única persona a la que cuidas.
6. No tienes por qué hacer planes que no te gusten. Nada de ver películas romanticonas o visitas a familiares en el pueblo solo por tu pareja.
7. Tu fin de semana lo organizas pensando solo en ti.
8. No tienes que darle explicaciones a nadie acerca de las decisiones que tomas.
9. La soledad no es tan mala, si sabes cómo sacarle partido, claro.
10. No hay enfados, ni discusiones. Tampoco caras largas ni indirectas por las redes sociales.
11. Tienes más tiempo para estar con tus amigos. Tu tiempo libre es solo para ti y para ellos.
12. Por otro lado, no tienes que aguantar a los amigos de tu pareja.
13. Tienes la libertad de conocer y salir con cualquier persona.
14. En definitiva, eres libre.