15 cosas que arruinarían el día de cualquier hombre

Ser hombre es más difícil de lo que parece, y os lo creáis o no, nosotros también tenemos esos pequeños momentos que aparecen de la nada que te pueden arruinar un día.

1. Las erecciones en lugares poco apropiados: autobús, clase, entrenamiento...

2. Ver en el espejo que te has dejado una parte de barba sin afeitar.

3. O directamente darte cuenta de esos cuatro pelos que te salen no son considerados barba en ningún lugar del planeta.

4. Cortarte mientras te estás afeitando JUSTO ANTES de tener que irte de casa y no tener otro remedio que salir sangrando cual película de Tarantino.

5. Que aparezca de la nada, y sin explicación aparente, un pelo larguísimo en la nariz.

6. Que la gravedad haga su efecto sólo cuando te pones camisa para ir más arreglado y te deje una lámpara más grande que la de Aladdin.

7. Que no te quede otra opción que mear en el urinario del medio porque los otros dos están ocupados.

8. Tener que decir adiós a tu par de zapatillas preferido porque están tan sumamente destrozadas que su destino es inevitable.

9. Cuando en una de esas pocas veces que vas a lavarte las manos y el chorro del agua te salpica todo el pantalón y sales del baño pensando "¡Mierda, ahora toda esta gente va a pensar que me he meado encima!".

10. Cuando hace mucho que no ves a un colega tuyo y vas a darle un abrazo pero el sin embargo iba a darte la mano y se crea el MOMENTO incómodo por excelencia:

11. Cuando intentas ser un caballero cediéndole tu asiento en el autobús/metro a una chica pero luego vas pensando todo el viaje en lo cansado que estás y porqué se lo habrás tenido que dejar.

12. Estar hablando con una chica y analizar continuamente todo lo que dice por si existe la posibilidad de que mediante indirectas te esté dando alguna señal de que pueda estar interesada en ti, pero todo esto sólo está pasando por tu cabeza porque es una paranoia tuya y ya no sabías lo que te estaba diciendo.

13. Viajar al pasado cuando te afeitas y al mirarte al espejo te ves a ti mismo hace 10 años.

14. Cuando coincide que, de vuelta a casa por la noche vas andando detrás de una chica y tu piensas que ella está pensando que le vas a atacar y te parece muy injusto porque eres un tío la mar de agradable.

15. Y por supuesto, un golpe en los huevos. Pocas cosas duelen como eso.