Cuando Carrie vio a Big en un club cuando iba acompañada por Samantha la primera vez, no se imaginaba todo lo que se le vendría encima en seis temporadas. Sus idas y venidas con el misterioso empresario, los Cosmopolitan, su columna en el New York Star, su affaire con Vogue y las salidas con su trío de amigas marcarían sus vivencias en la ciudad que nunca duerme.
1. El estreno publicitario de su columna. Sex and the City, columna en la que vertía sus opiniones en el New York Star, iba a ser promocionada en los autobuses de la ciudad con una foto deslumbrante de Carrie, pero la pobre acabó con un pene pintando sobre su boca. Al menos había Champagne...
2. Ir de compras es su mejor forma de hacer ejercicio, algo que no paraba de practicar a pesar de lamentarse en severas ocasiones de que estaba en números rojos. Todo esto viviedo en un apartamento sola en Nueva York y comprando zapatos de diseño español o italiano cada dos por tres. Mira. no.
3. La ruptura de su compromiso con Aidan, que acabaría en revuelta espantosa y con cuernos de por medio, como no, con Mr. Big.
4. ¡Me he gastado 40 mil dólares en zapatos pero no tengo un sitio en el que vivir! Si ya te lo avisaba yo un poco más arriba guapa, que no puede ser tanto capricho, ni tanto copazo de lunes a lunes...
5. Su rabieta con las veinteañeras después de descubrir la relación de Natasha con Big, relación que boicoteó con la ayuda del susodicho, además de la suya propia con Aidan (Oh, Aidan, bueno entre los buenos).
6. El día que le atracaron. No solo se llevaron su bolso con cartera incluida, sino también sus zapatos de marca... ¡Una de sus peores pérdidas!
7. Cuando decidió hacerse una lista de boda para casarse con ella misma... Y tener de vuelta los zapatos que le robaron en la fiesta familiar de su amiga, que a decir verdad, fue un poco (muy) petarda.
8. El día que afirmó aquello de que le gustaba tener su dinero dónde lo pudiera ver, colgando de su armario, nada superficial, solo Carrie being Carrie...
9. Su estancia en París con el ruso. Sí, ese artista egoísta, nada atractivo y que logró que Carrie se separase de todo lo que le importaba en su vida... Peor momento de la serie ever, pero muy grande la escena en la pâttiserie con el perro.
10. Cuando empezó a reconocer que existía la posibilidad de que su relación con Big puede que no fuese en la dirección más correcta. Después de su enésimo encuentro y desencuentro, después de la trigésima advertencia de Miranda...
11. El día que se coló en el armario de Vogue, y además de las merceditas se encontró otra cosa, pero quedémonos con lo primero.
12. Cuando soltó aquello de que nunca sería la chica con el pelo perfecto que consigue no mancharse cuando va de blanco. Yo siempre intento esto último, estoy teniendo progresos.
13. Su caída en el desfile de Dolce&Gabbana, después de que Heidi Klum le quitara su modelito y tuviera que salir a la pasarela en bragas, eso sí, muy caras e italianas.
14. Cuando Jack Berger, aka el escritor bohemio y de tintes decimonónicos, la dejó vía poss-it al día siguiente de volver con ella.
15. El día que soltó que la belleza era pasajera, pero que un apartamento de renta antigua es para siempre. Y es verdad, al menos hasta un tiempo lo fue, después comenzó a plantearse en qué había estado invirtiendo su dinero desde que empezase a trabajar.
Y por el momento, dejamos a Carrie en la HBO y en los libros de Candance Bushnell...