Hay un término exacto para eso que quieres decir, sólo que lo tienes que buscar en el diccionario alemán. O en el sueco. O en el japonés. O en Google.
1. Si la Nutella ha alcanzado tu muñeca, ya no es pålegg. Pero continúa así, que lo estás haciendo bien.
2. No es que llegues siempre tarde, es que eres un optimista empedernido, un post instagramero de Mr. Wonderful, un párrafo de Paulo Coelho con patas.
3. No, no son gases: es voorpret.
4. Lo que sentirás cuando a Leonardo DiCaprio le den por fin un Oscar
5. La intención es lo que cuenta. (No. Mentira cochina. Los libros amontonados en forma de mesa quedan muy guays en esa cafetería hipster que tiene bicicletas colgando del techo, pero no. Para eso no están. ¿Sabes quién dijo que nunca se había leído un libro? Melendi. Allá tú).
6. Donde mejor está el dinero es en tu estómago.
7. No hay cena de Navidad en que tu abuelo no demuestre su maestría en la materia.
8. Esto lo conocen mejor tus amigos.
9. Esa compañera tuya del colegio está de Erasmus y se ha recorrido media Europa. Llámalo envidia, llámalo fernweh.
10. Nuestro deporte nacional tiene nombre noruego.
11. Con la edad, la expresión se ha escabullido por otros derroteros, pero fue a tu madre a quien primero le hiciste una cobra con 14 años.
12. Lo que ha poseído a los políticos españoles. Lo llaman campaña preelectoral y no lo es.
13. También traducible por “ser incisivo”.
14. Lo que sientes cuando ves al camarero aproximarse con tu postre.
15. Tu tío abuelo no era un maniático, sólo sufría de gigil.
16. Sólo tienes que pensar en esa persona de tu clase que siente la ardiente e imperiosa necesidad de intervenir cada 10 minutos.
17. Lo único que puedes pasar el día que has dormido menos de cinco horas.
18. Taylor Swift, tú y yo dentro de 53 años.
♫ Words don’t come easy to me. How can I find a way to make you see I love you. Words don’t come easy. ♫