Reconócelo. Serías incapaz de matar a una mosca, pero hay situaciones en las que algunos de tus congéneres no salen muy bien parados y tú no puedes evitar sonreír, complacido y despiadadamente satisfecho.
1. “Quiero volver contigo”.
Contra todo pronóstico, tu ex te hace una visita: viene dispuesto a reconquistarte. Dice que se arrepiente de todo y que se ha dado cuenta de lo mucho que perdió al dejarte ir. Te despides amablemente y vuelves a casa. Estallas en malignas carcajadas y te sientes la reina del mambo.
2. Tu copa se derrama en encima de tu peor enemigo.
Te toca pedir perdón, sí, pero ver su cara de odio no tiene precio.
3. Cuando tu jefe le canta las cuarenta a ese compañero odioso.
Oh, yes.
4. Confirmado: le das mil vueltas a la nueva pareja de tu ex.
Ya te lo habían dicho, pero un día coincidís y compruebas que no existe comparación posible.
5. Tu mejor amiga rompe con ese novio que no le convenía.
Os esperan largas sesiones de apoyo, helado de chocolate y lágrimas, pero por fin se ha librado de ese capullo engreído.
[Colaboración: Marta G. Calderón]