5 razones para odiar la playa (y las que faltan)

Sí, hay gente a la que no nos gusta la playa.

Sí, has leído bien: odiar la playa (las masificadas, concretamente). Quita esa cara de “yo es que necesito ver el mar al menos una vez al año. Que me muero. Madre mía. No respiro”. ¿Y si no lo haces qué pasa? ¿Te pondrás a sacudir el cuerpo cual pececillo sobre el asfalto de la ciudad? ¿Tus analíticas serán bajas en vitamina A por no rozar un alga? Déjate de tonterías, después de esto verás que las razones para no ir a la playa pesan más que tu alma de marinero:

1. La gente, las miles de personas, las incontables especies

¿En serio tus vacaciones idílicas son en una playa abarrotada de gente? Di, por lo menos, que es para ahorrarte toalla y sombrilla al poder usar las 500 que te rodean. No puede gustarte rozar tu brazo con la barriga del señor calvo de al lado, ni que los niños te pisen la cabeza, ni despertarte por un balonazo del flipado con tatuaje de tribal. De verdad, hay calas perdidas que son muy tranquilitas, díselo a tu paz interior.

2. El fuego, o sea la arena

Para un milímetro de arena que queda descubierto, resulta que tiene una temperatura de 100o. Pues mira, no me apetece llevar la planta de mis pies a ebullición. Con lo cómodo que es andar calzado sobre un suelo asfaltado. No-hay-necesidad. Que sepas, además, que haces el ridículo dando saltitos.

3. Porquería everywhere

“Ey, mira, otro milímetro de arena descubierto… ¡oh, vaya, qué bonito recuerdo me llevo en el pie! ¡Pondré esta colilla en la estantería del salón!”. La gente interioriza tanto eso de que la playa está para relajarse y desfasar, que se olvida de los buenos hábitos. Una cosa es divertirse y otra ser el summum del p*to asco. Para eso métete dentro de un contenedor y que corra la cerveza. ¡Qué bien huelen las cáscaras de plátano, eh tíos!

4. Es el peor sitio para comer

Suele gustar mucho eso de ir con la neverita y comer a 50o bajo la sombrilla. Comer pan seco, lechuga lacea, sandía caliente y arena de postre. Es así, la arena se pega a todo lo que se posa sobre ella, pasa por tu coche, llega hasta tu casa y no se va hasta el año que viene. Mejor que te tiren un bote de purpurina por encima, esa tonelada de barro que llevas en el tímpano no te queda muy bien.

5. También es el peor sitio para bañarse

A lo mejor no vas a bañarte y sólo a absorber sol, hacer con que sabes jugar al volley, fotografiar tus piernas, hacer castillos, comer arena o alguna otra de esas cosasmaravillosasquesehacenenlaplaya; pero si vas a ello (que, por otra parte, es lo más lógico), ten presente que el agua del depósito de tu WC es más higiénica. Ya sabes, ¿no?

 

 

 

Acumulo ideas en un cuaderno de Princesas Disney, stalkeo redes sociales, colecciono GIFs, escucho a Bowie y escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo. Escribo.
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