Mira que nos peleamos con nuestras madres a veces, pero seamos sinceros, ¿qué haríamos sin ellas? Nada, o nada bien en un principio al menos. Nuestras progenitoras (término carente de cualquier atisbo de cariño) nos enseñan poquito a poco a ir lidiando con lo que nos toca vivir, pero de ellas también hemos aprendido que las siguientes afirmaciones son falsas:
1. ¡¡Niña, a comer que la mesa está puesta!! Falso, falsísimo, nunca está, o la tienes que limpiar, o faltan los cubiertos o el pan... Lo que sea, pero total, ¿qué es eso comparado con todo lo que hacen ellas a lo largo del día?
2. Cómete el plátano ese que hay en la nevera anda, que aunque esté negro por fuera está bueno por dentro. ¿Y sabéis qué? Que está bueno. Eso sí, a veces resulta más sencillo comerlo con cuchara que a bocados. Se ha levantado una campaña que está dañando mucho la imagen de estos plátanos.
3. Bébete el zumo anda, que se le van las vitaminas. ¡¡Esto no, esto sí que no!! Es en serio, lo leí en un estudio hace relativamente poco. Desde aquí quiero hacer un llamamiento a todas las madres del mundo para que se hagan eco de esto: las vitaminas no se esfuman ni nada.
4. ¿Por qué cambias la tele si no estoy dormida? Esto es Trending Topic en mi casa especialmente estos días, porque mi madre ansía ver "Amar es para siempre" y mi padre el Tour de Francia... ¡¡Qué dura la vida veraniega!!... Por supuesto que está dormida siempre que dice eso.
5. Cuando yo era joven no era así. Sí mamá, no mientas, todos sabemos que te daba vergüenza de muchas cosas, al igual que a mí (este es mi caso concreto, pero se puede extrapolar a cualquier característica/cualidad que tengáis).
6. ¿Eso?, ¿esa forma de ser? Del padre, porque mía no, eres igualita que él. Claro, claro, sobre todo pasa cuando casualmente no es algo bueno... ¿COINCIDENCIA? NO LO CREO.
7. ¿Yo? Yo no dije nada de eso. Y a continuación porfiar en repetidas ocasiones al respecto del tema a discutir.