Sí, esta claro que todos nos hemos tragado la gran mentira. Hemos creído que llevando los mismos pantalones que el resto y teniendo los mismos “hobbies”, seríamos aceptados. Y al final nos hemos dado cuenta de que el que merece la pena es el que es diferente. Repasamos 7 razones por las que ser diferente mola y mucho.
1. Eres más libre que ninguno.
Todo el mundo queriendo ser aceptado y querido, y allí estás tú. Tú vas por encima de todo y de todos, surfeando en la indiferencia. Vas a tu rollo, según tus principios. Los demás viven intentando pasar desapercibidos, con miedo a las críticas y al qué dirán y luego estás tú. El que da la nota por ser diferente.
2. Eres único.
No lo neguemos sentirse sentirse único y original, no tiene precio.
3. Ser como los demás es aburrido.
Todos igual, como copias de una misma película, ¡qué rollo!
4. Porque demuestras que eres valiente y que las opiniones de los demás no te afectan.
Tú por no ser como los demás rompes los esquemas. Tú no buscas la aceptación y la autoestima en la aprobación de los demás. A ti, te te importa todo tres pimientos, porque tú eres único y especial.
5. Los diferentes son irremplazables.
Si pensabas que así lo conseguirías, que siendo igual al resto tenderías amigos, déjame decirte que no, que es que te vas y nadie lo nota.
Te has esforzado por ser igual que los demás, y al final en lo que te has convertido es en uno más del montón o por intentar encajar todo el mundo te mira raro, y al final estás más “forever alone” que nunca.
6. No hay nada más atractivo que ser diferente.
¿A que sí? ¿A qué es súper guay ver a una persona con la suficiente madurez como para no tener miedo a ser ella misma?
7. No sigues al rebaño.
Piensas los pros y contras, piensas por ti mismo, y te forjarás una opinión, una propia, no la que tiene el resto. No sigues a los demás. Tienes unas ideas propias, unos valores, y te sientes tan seguro de ti mismo, como para decir “no, yo no pienso igual y no tengo ningún reparo en decirlo".
¡Atrévete a ser diferente!