"Lo sencillo es lo mejor", "busca siempre la forma más fácil de resolver el problema", "vive el momento", "no te rayes tía", y algunas otras grandes intervenciones similares a estas son las que han tenido que oír las personas que le dan a todo una vuelta de tuerca más, aquellas que estando en medio de un cumpleaños recuerdan cómo hace 7 años, Pepito le dijo a Ana tal cosa y ahora reniega de eso mismo. Para ellos, para nosotros, va esta lista de lo que se nos pasa por la cabeza más a menudo de lo que deseamos en muchas ocasiones:
1. Los "Y-SIS" campan a sus anchas dentro de la cabeza: ¿y si hubiese llegado antes?, ¿y si le hubiese echado cuenta? Si hubiera sido así quizás no hubiera pasano nada, pero ¿y si tampoco hubiese surgido de esa forma? Esta es sólo una de las maneras de autotortura que hay que desterrar.
2. Hay una necesidad latente de saber y de buscar información que podría quedar en el olvido perfectamente. Partiendo de aquí, el "repensador" interioriza el personaje de Penélope de Mentes Criminales y comienza a indagar, llegando tan lejos que puede acabar llorando porque encuentra algo que no quería, a pesar de que ha buscado a sabiendas de ello. Probablemente un par de días después de la primera búsqueda comience otra.
3. La capacidad memorística es abrumadora, algo que juega en contra sobre todo en relación con el proceso anterior. Es cierto que esto es un punto a favor para aprobar algunas asignaturas y para retener datos de Wikipedia, como fechas de nacimiento o anécdotas, pero es horrible cuando te da la capacidad de recordar aquella cagada que soltó tal el día 14 de septiembre de 2013 y de la que aún no te has repuesto.
4. Aunque llegue a parecer increíble, no todo tiene que llevar una segunda intención detrás del mensaje principal que alguien haya querido transmitir, ¿o quizás sí? De esta forma todo el rato, y es que el análisis del discurso avala todas estas conjeturas.
5. ¿Os acordáis de la serie de Disney, Raven? Es el pan de cada día de los imitadores de la escultura de Rodin. Pueden estar dentro de una conversación tan traquilos cuando de repente les cambia el semblante porque un pensamiento les ha cruzado el cerebro.
6. Practican la conversación y los diálogos en su fuero interno, y son mucho más interesantes que los de Al Rojo Vivo, incluso se podrían llegar a representar en un teatro.
7. Van un paso más allá con el punto anterior y comienzan a gesticular con la boca en referencia a lo que están pensando, pero sin hablarlo con nadie que tengan delante. Esto puede suceder estando en casa, en la ducha o en la calle. A veces desemboca en sonrisas, independientemente del contexto.
8. El camino más corto entre dos puntos es una línea recta, ¿pero por qué hacerlo tan fácil?, ¿por qué no recorrerlo haciendo zig-zags y curvas? Pues esto se puede aplicar a todo lo que tengan que enfrentar en su vida diaria, aunque se puede ir superando al tomar conciencia de ello.
9. Hacen muchos incisos cuando están contando algo, ya sea la historia sobre cómo ayer acabó comiéndose una tarrina de helado de 7 euros o la sinopsis de una película. No se sabe cómo, pero siempre pueden relacionar cualquier cosa con alguna otra que en principio no tenga nada que ver, algo así como la "Teoría de los seis grados".