La temida época de los exámenes y trabajos llegó y nos está chupando la energía cual Dementor de Harry Potter. Esto se traduce en:
1. Beber mucho café en compañía de nuestras amigas, las ojeras.
2. Estrés, nervios, morder las uñas hasta más no poder.
3. Comer sin control.
4. O que no te entre nada en el estómago.
A pesar de explotar las pocas neuronas que nos quedan, luego valdrá la pena con unos merecidos días de descanso.
1. Nada más acabar exámenes, despéjate. Podría ser el momento ideal para una birra y unas bravas con los colegas, por ejemplo.
2. Huye a tu casa, busca tu cama y duerme, duerme hasta que tu cuerpo diga basta. No habrá nada mejor que un sueñecito para liberar tensiones.
3. Rescata a tus amigos que no has visto hace mucho porque han estado en sus cuevas como tú.
4. Y una vez rescatados… ¡A salir se ha dicho!
5. Si lo prefieres, el plan más tranquilo: Peli + sofá + mantita. Solo/a o en buena compañía.
6. O algún libro que te apetecía leer y no pudiste, hasta ahora.
7. Date un capricho, mímate con una escapada fugaz.
Todo aquello que imaginabas mientras estudiabas, podrás hacerlo, siempre que sea con buen resultado la libertad nos sabrá a GLORIA.