1. Que nos digan la típica frase de: “Yo no soy como los demás”.
A ver chicos, esa frase la hemos escuchado todas de chicos que nos han terminado saliendo rana, por más que la digáis vosotros, no os vamos a creer. Mejor demostrarlo a decirlo.
2. Que se vuelvan tan "estúpidos" cuando hay gente delante.
Hay chicos que cuando están con sus amigos o con otra gente actúan de forma distinta a cuando están a solas con su pareja. Y muchas veces ese comportamiento es irritante.
3. Que escupan. Nada más asqueroso —a mi parecer—.
4. Que nos traten como unas princesas.
Nos gusta que nos traten bien, claro. Lo que no nos gusta es que nos traten como una pobre damisela en apuros, para eso están los cuentos. Nos sabemos valer por nosotras mismas.
5. Que no tengan tema de conversación.
Pues eso, no todo es sexo, deportes y videojuegos. Hay vida más allá de eso.
6. Que se olviden de cosas importantes.
Y no me refiero a que os acordéis de la primera vez que nos mandasteis un icono de corazón al WhatsApp (que posiblemente nosotras sí nos acordemos, pero no queremos exigir tanto), si no que os acordéis de aniversarios, cumpleaños o de que teníamos algo importante que hacer.
7. Que se crean que los que mejor conducen son ellos.
Porque no, eso no es así. Hay personas torpes en la conducción, tanto hombres como mujeres, y hay personas que son los reyes y reinas del asfalto. Así que fuera ese tópico, que nos sienta muy mal.
8. Que se quejen tanto cuando están enfermos.
Lo siento, pero es así: no sabéis estar malos. Si bien es cierto, enfermáis menos veces que nosotras, pero cuando es así no hay quien os aguante.
9. Que no pidan ayuda.
Pensar que por el simple hecho de ser hombres ya tenéis que saber hacer de todo.
10. Que dejen de ser detallistas.
Porque sí, siempre pasa que al principio de la relación todos sois muy detallistas, muy cariñosos, etc; pero según pasa el tiempo la cosa cambia. Y ojo, no hablo de regalos, si no de la forma en la que nos tratáis.
PD: Estas 10 cosas están escritas en clave de humor y no para ofender a nadie. Realmente las cosas que de verdad nos molestan de los hombres —y también de mujeres— son el machismo, maltrato, celos enfermizos, control, etc. Esas sí son cosas que realmente no se pueden consentir.