1. Fase de autoengaño Parte 1: Voy a estudiar toda la tarde.
Nada más decirlo en alto no te crees ni tú.
2. Fase de autoengaño Parte 2: A y media me pongo.
Todo el mundo sabe que hay una extraña ley universal que solo nos permite empezar a estudiar a en punto o a y media.
3. Miras tus apuntes y tu cara es:
¿Esto lo hemos dado?
4. Y el libro tampoco es que te solucione muchas dudas:
5. Uff, necesito un descanso.
Excursión al frigo.
La época de exámenes no es más que otra excusa para no cumplir con el propósito de adelgazar en 2015.
6. Tú, ante todo, tranquilidad:
7. Llamas a tus compañeros a ver cómo lo llevan.
Si te dicen que ya están acabando de estudiar te dan ganas de:
Aunque si lo llevan peor, te alegras. Y mucho (aunque no se lo digas nunca)
8. Uy, si hace 10 minutos que no cojo el ordenador.
Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y hasta Tuenti. La tentación es fuerte. Cualquier excusa es buena para no estudiar.
9. Que si recoges la habitación, que te pones el gorro de Top Chef y empiezas a hacer postres culinarios o te da por bajar a hacer la compra.
Tu madre tan contenta de que lleguen estas fechas.
10. Tratas de auto motivarte: "Venga, me acabo este tema y descanso".
No te enterarás de nada, pero lees más rápido que Usain Bolt corriendo.