Ni milenials ni nada, somos postureosos.
1. Fotos o textos de libros.
Se dice que, hace un tiempo, la lectura de libros era una de las mejores actividades que se podía realizar en soledad. Hoy en día no existe esa soledad. El problema no es que fotografiemos los libros que nos leemos, el problema es que fotografiamos también los que no nos leemos. Caso típico: compartir en Facebook un fragmento del Principito o la imagen de la serpiente/sombrero, con una descripción: "Si no ves una serpiente en esta imagen, deberías leer más". Como si terminar un libro que se lee en media hora te convirtiera en filólogo.
2. Llorar la pérdida de artistas en Twitter.
Nunca está de más poner eso de "El mundo es un poco más gris hoy" y cosas así. Pero seamos sinceros. Hay gente que se rasga las vestiduras por David Bowie cuando solo conocen las canción de "Heroes", o que lloran la pérdida de un escritor ruso Premio Nobel de Literatura que ni siquiera saben pronunciar. Es como llevar la camiseta de "Ramones" sin conocerles, pero en versión digital.
3. Gafas de sol.
No seré yo quién niegue la protección que unas buenas gafas de sol ofrecen a nuestras córneas y resto de sistema visual. Pero, desengañate. Salir con ella cuando son las doce de la noche, o llevarlas en la cabeza en la discoteca, no te hace más interesante.
4. Fotografías de grandes desayunos y comidas.
Después de los gatos y una imagen donde pone "Turn on notifications", Instagram está llenísimo de fotos de comida. El problema es que, para una vez que preparas un buen desayuno o sales a deayunar fuera, haces una foto mostrando yogur con cereales integrales, fruta, tostadas y alguna fruta del Desierto del Sáhara, cuando normalmente te comes un donut de chocolate mientras vas corriendo a clase o al trabajo. Postureo extremo.
5. Hashtags.
Sabiáis que este día llegaría. Maldita sea, que leches os pasa con las almohadillas. Este instrumento que nació con una visión de utilidad en Twitter se ha pasado a Instagram y a Facebook solo para...la verdad es que no sé ni para que. Foto de un amanecer: "#Amanecer #Sunset #Naturaleza #EstoEsVida #QueBonito #MeGusta #DarleALike #Dame50Euros". Texto en Facebook: "#Pensamientos #FilosofíaModoOn #MeGusta #LaVida #MeSientoIluminado #HoyComoPescado #DavidBowieEraUnGenio #Hola". Dejadlo ya, #PorFavor.
6. Deporte.
Foto de tus pies con zapatillas deportivas nuevas, mallas en las piernas y una descripción tipo: "Hoy toca hacer deporte! #VidaSana #OperaciónBikini #GoOn #Running". La gente se piensa que no subes más fotos así porque no quieres cansinear, pero no. La verdad es que sales a correr una vez cada dos meses. Pero lo importante es compartirlo. Es el típico "Consejitos vendo que para mí no tengo" del s. XXI.
7. Selfies.
Autofotos. Autofotos everywhere. Hay gente que ha muerto por eso. Es un problema. Los selfies son los ríos del mito de Narciso de nuestra época. Lo peor es que queremos selfies a todas horas, aunque estemos en una boda con 300 comensales. O seamos 20 personas en la playa, y haya un socorrista dispuesto a hacer la foto. Si no es selfie, no mola. Y deben acompañarse con textos como: "¡Se echaba de menos una quedada de éstas! #Selfie #MisAmigos #4ever #AmorDelBueno #Familia". Está bien demostrar cariño. Sobre todo cuando despues del selfie estáis todos con los móviles sin hablaros. Aunque sigue siendo mejor el texto de: "No somos normales, pero somos felices!". Según las veces que veo esto, nadie es normal, lo que les convierte en normales. Reflexionad.