1. No hay día en el que no discutáis u os hagáis de rabiar.
2. En muchas ocasiones te dan ganas de matarle, en otras de matarle… a besos.
3. Te cuesta decirle cosas “bonitas” porque seguramente se ría de ti.
4. Piensas que es la persona más odiosa sobre la faz de la tierra.
5. Te acuerdas mucho de él/ella y eso te da rabia.
6. Es capaz de sacar lo peor de ti, pero también lo mejor.
7. No soportas estar enfadado/a con esa persona.
8. Podéis discutir a diario, pero si alguien se mete con él/ella, le defiendes a capa y espada.
9. Rara es la vez que tenéis conversaciones serias, pero cuando las tenéis merecen la pena.
10. No hay mejor forma de demostrar vuestro cariño que con insultos, cuanto más elaborados sean mejor.
11. No quieres reconocerlo pero sí, te gusta.
12. Le has dicho mil veces que es odioso/a, insoportable, que no le aguantas o le has mandado al carajo. Pero no le has dicho que irías con él.