"Cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz".
Esa canción que cada 365 días nos cantan —y no sabemos muy bien que cara poner— es, según el Libro Guinnes de los Récords, la canción más popular del mundo. La canción se llamaba originalmente "Buenos días a todos" y fue escrita por Mildred y Patty Hill en 1893 para saludar a sus alumnos antes de empezar las clases.
Sí, todo muy bonito. Hasta que te enteras de que la canción tiene copyright y que hay una empresa que está embolsandose dos millones de euros al año por ello.
Esta mañana, George H. King, un juez federal de Los Ángeles (EEUU), sentenció que la canción "Happy Birthday to You" no está sujeta a derechos de autor, poniendo fin a décadas y décadas de disputas sobre la propiedad intelectual de dicha canción y al monopolio que la editora Warner/Chappell —una división de Warner Music— tenía sobre la canción.
En su veredicto, el juez indicaba que el documento de posesión, fechado en el año 1935 y cuyo primer dueño fue la empresa Summy Co. sólo garantizaba los derechos sobre algunas partes y no sobre el conjunto de la canción.
"Summy Co. nunca adquirió los derechos de la letra del "Cumpleaños Feliz". Los demandados, como sucesores en interés de Summy Co., no poseen derechos de autor válidos de la letra de 'Happy Birthday'", indicaba King.
Randall Newman, uno de los abogados de los demandantes se alegraba de que la canción fuese libre después de 80 años, poniendo fin a "esta farsa" tal y como el indicaba. Entre los demandantes se encontraba la cineasta Jennifer Nelson, a la cual se le dijo que tendría que pagar 1.500 dólares si quería utilizar la canción en un documental que estaba grabando sobre la historia de la propia canción.
Hasta hoy, cualquiera que quisiese utilizar el "Cumpleaños Feliz" con fines comerciales, ya fuese en una película, en una obra de teatro o en un programa de televisión tenía que pagar a Warner por los derechos. Después de lo sentenciado por el juez King, la canción pasa a ser considera de propiedad pública y libre de derechos, por lo que puede usarse para cualquier fin sin necesidad de tener que pagar por ello. Sin la sentencia judicial, la canción no habría sido considerada de dominio público hasta 2030 en EEUU y hasta 2017 en la Unión Europea.
Fuente: The Guardian