El esperado momento ha llegado: el servicio de segunda mano de Zara hará su debut en España el próximo 12 de diciembre, después de su exitoso lanzamiento en el Reino Unido y posteriormente en Francia, según ha comunicado este martes su empresa matriz, Inditex.
Hace menos de un mes, el CEO de Inditex, Óscar García Maceiras, anunció que la plataforma llegaría a España antes de que finalizara el año. La promesa se ha cumplido, y el anuncio se materializa dentro del objetivo de que la segunda mano alcance todos los mercados "core" del grupo para 2025. El plan parece avanzar a paso acelerado.
De hecho, la implementación, que comenzará justo antes de la divulgación de los resultados del tercer trimestre, se llevará a cabo simultáneamente en otros 13 mercados clave para el operador de moda, como Alemania, Finlandia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal.
Con esta iniciativa, los clientes de la firma tendrán acceso a servicios de circularidad, como reparación, venta entre clientes de prendas Zara de sus armarios y donación, a través de la web, su aplicación móvil y las tiendas.
El objetivo es abarcar todas las fases de actividad, desde el diseño del producto hasta la gestión de las tiendas, pasando por la fabricación, la logística y las oficinas de la empresa, según explica la compañía.
Aunque el Reino Unido marcó el camino, se presentan desafíos por delante. El grupo textil eligió este mercado hace un año para probar Zara Pre-Owned, seguido por el mercado francés. La elección del Reino Unido no es casual. Según fuentes cercanas al grupo, es el mercado más maduro en distribución y donde pueden obtener mayor rentabilidad, siendo el sexto en beneficios para Inditex en el Viejo Continente (98 millones de euros).
A pesar de la robustez del grupo, el desafío no será fácil, ya que en el ámbito de segunda mano, hay un jugador destacado: Vinted. En la plataforma lituana, que opera en 12 países, ya existen más de 42 millones de prendas de Zara, y el gigante gallego, consciente de ello, pretende ser tanto juez como parte en este juego comercial del que, hasta ahora, solo era coprotagonista.
Pero eso no es todo. Con el servicio de reparación que implementará Zara, los clientes podrán revivir cualquier prenda, independientemente de la temporada, con reparaciones que van desde la sustitución de botones y cremalleras hasta la reparación de costuras. El proceso se podrá solicitar tanto en línea como en tiendas físicas.
Este servicio tiene su lado B: requiere un flujo constante de distribución. Inditex cuenta con 11 centros en España que operan cerca de las sedes de sus marcas, destacando Plataforma Europa, así como innumerables plataformas que atienden a su comercio electrónico y están distribuidas por todo el mundo. Esta segunda línea de acción, encargada de abastecer al canal en línea y a ciertas tiendas, junto con la red de talleres, sitúan a Reino Unido en una posición ventajosa: es el centro de distribución más maduro y el que abastece proporcionalmente a más tiendas en un país, según explican las fuentes.
"Hacerlo en este territorio permite a Zara realizar una prueba a escala y de manera más fácil; lo complicado es implementarlo donde no tienes esa infraestructura", sostienen estas fuentes. El desafío surgiría al replicar este movimiento en otros lugares donde la logística no es tan fluida, como en Europa del Este, pero también en Holanda, Bélgica o Grecia.
La otra pieza clave del proyecto será la reventa de sus productos. Esta transacción se llevará a cabo siempre entre particulares, y Zara, en este caso, solo proporcionará un servicio tecnológico y de atención al cliente. En este sentido, el contexto en el que se llevan a cabo estos movimientos por parte del líder de la industria no es menor: la moda está más cuestionada que nunca por su impacto medioambiental.
La inmersión de Inditex se produce además en un momento en que la Unión Europea tiene la firme intención de que la moda rápida deje de serlo para 2030, lo que choca directamente con el "fast fashion" y, por ende, con el modelo que practica Zara. La normativa busca que las prendas sean más duraderas, reparables, reutilizables y reciclables, así como una reducción de las colecciones anuales. Solo en 2022, Inditex puso en el mercado más de 621 toneladas de artículos, según su última memoria anual, siendo la proporción más grande desde que recopila datos.